Entorno Histórico
En el último cuarto del siglo pasado comienza un proyecto ilusionante de recuperación y regeneración del prestigio y calidad de los vinos del Ribeiro.
El área denominada Ribeiro do Avia, que comprende la cuenca del río Avia hasta su desembocadura en el río Miño, observa –desde hace más de dos mil años- la contínua transformación de sus laderas en bancales de viñedos, pues ya los romanos asentados en estas tierras regaban sus fiestas con los vinos que en ellas producían.
Es obligado citar aquí la labor de los monjes del Císter, asentados en el Monasterio de San Clodio que, conscientes del enorme potencial del Ribeiro, dedicaron su esmero al estudio de las variedades autóctonas y -al amparo del Camino del Santiago- distribuían sus vinos en Europa de la mano de comerciantes judíos que, a su vez, dejaron en el Ribeiro un gran legado histórico y monumental.
Llega el máximo esplendor del Ribeiro durante los siglos XV y XVI cuando el vino se convirtió en su mayor riqueza y disfrutaba de gran prestigio, exportándose por toda España y Europa. Francia, Portugal, Italia y especialmente Gran Bretaña era su destino.
Desde mediados del XIX y hasta avanzado el siglo XX, oscurece el Ribeiro una sombra proyectada por varios males –emigración, pestes, filoseras- que confluyen en una replantación irracional de variedades foráneas de escasa calidad vitícola en esta zona. En el último cuarto del siglo pasado comienza un proyecto ilusionante de recuperación y regeneración del prestigio y calidad de los vinos del Ribeiro.
Y en eso andamos.